El día de los trífidos es una novela de ciencia ficción de carácter post-apocalíptico, escrita por el británico John Wyndham y publicada en 1951. Si bien esa no fue la primera novela del autor, sí fue la primera en aparecer publicada bajo su nombre, y la que lo hizo conocido para el gran público como un escritor de Ciencia Ficción.
Esta obra de ficción contiene ciertos tintes de terror, lo cual es una cualidad que distingue a su autor y que hizo de la novela una de las más grandes en su género. Una novela que habla de uno de los instintos más básicos del ser humano: la supervivencia. Disfrazado de historia fantástica, pero que muestra unos miedos muy reales y tan válidos ahora como hace cincuenta años, con resonancias del gran H.G. Wells, El día de los trífidos forma parte por mérito propio de la historia de la literatura.
Esta narración va un poco más allá de la ciencia ficción y comprende aspectos filosóficos y morales. No trata de solamente examinar la resistencia y el nivel de supervivencia frente a un evento catastrófico de una comunidad, sino que cuestiona la propia naturaleza del cómo hay que vivir, o reconstruir la sociedad, cuando nos enfrentamos a este tipo de desastres.
Desastres que devienen cuando unas extrañas luces verdes aparecen en el cielo y la mayor parte de la humanidad alza la mirada para contemplar el fenómeno ya que a la mañana siguiente, todos despiertan ciegos. Las pocas personas que conservan la vista inician la lucha por sobrevivir en un mundo que se debate entre la desesperación y la barbarie. Uno de ellos es Bill Masen, protagonista de nuestra historia, que se encuentra ingresado en un hospital recuperándose del ataque de una planta mutante creada por el hombre: los Trífidos. Se trata de enormes vegetales capaces de desplazarse y que han desarrollado una especie de lengua venenosa con la que agreden a los humanos. Y ahora que han descubierto la debilidad de éstos, los Trífidos se disponen a heredar la Tierra..., y los supervivientes se las verán muy difícil para sobrevivir y recuperar el terreno perdido…
Esta narración va un poco más allá de la ciencia ficción y comprende aspectos filosóficos y morales. No trata de solamente examinar la resistencia y el nivel de supervivencia frente a un evento catastrófico de una comunidad, sino que cuestiona la propia naturaleza del cómo hay que vivir, o reconstruir la sociedad, cuando nos enfrentamos a este tipo de desastres.
Desastres que devienen cuando unas extrañas luces verdes aparecen en el cielo y la mayor parte de la humanidad alza la mirada para contemplar el fenómeno ya que a la mañana siguiente, todos despiertan ciegos. Las pocas personas que conservan la vista inician la lucha por sobrevivir en un mundo que se debate entre la desesperación y la barbarie. Uno de ellos es Bill Masen, protagonista de nuestra historia, que se encuentra ingresado en un hospital recuperándose del ataque de una planta mutante creada por el hombre: los Trífidos. Se trata de enormes vegetales capaces de desplazarse y que han desarrollado una especie de lengua venenosa con la que agreden a los humanos. Y ahora que han descubierto la debilidad de éstos, los Trífidos se disponen a heredar la Tierra..., y los supervivientes se las verán muy difícil para sobrevivir y recuperar el terreno perdido…