Robert Anthony Salvatore (Leominster, Massachusetts, 20 de enero de 1959) es un escritor estadounidense de fantasía y ciencia-ficción conocido por sus novelas de Reinos Olvidados, La guerra de las galaxias y Guerras demoníacas. Es el creador del personaje más famoso y de mayor éxito de todas las series de Reinos Olvidados: Drizzt Do'Urden.
Además de sus novelas, Salvatore escribió la historia para los videojuegos de PS2, Xbox y PC, trabajando con el equipo de diseño en los estudios de Stormfront.
La saga más larga que escribió Salvatore es la que cuenta la historia de Drizzt Do'Urden y sus compañeros. Comprende varios tomos que han ido reuniendo paulatinamente volúmenes publicados individualmente. La gran mayoría siguen el hilo central de las aventuras de Drizzt, el elfo oscuro, aunque algunos narran las historias de compañeros o enemigos de Drizzt por separado.
Drizzt Do Urden, el elfo oscuro, es uno de los personajes más emblemáticos del universo de los Reinos Olvidados y, Salvatore, nos cuenta sus orígenes en la exótica ciudad subterránea de Menzoberranzan, donde moran los elfos oscuros desde hace milenios, su posterior exilio y aventuras en los túneles de la Antípoda Oscura, siempre huyendo de la venganza de su familia y de la maligna Reina Araña, y, por último, su salida al mundo de la superficie, donde buscará ser aceptado como un igual entre las razas del exterior.
En esta ocasión, trataremos solamente la Trilogía El Elfo Oscuro la cual, está escrita por Salvatore guiado por los ojos y los pensamientos de Drizzt Do'Urden. Este rasgo literario es el que la hace especial.
La trilogía está compuesta por:
1- La morada
2- El exilio
3- El refugio
La Morada
La Morada es el primer libro de la trilogía del Elfo Oscuro, en la que nos relata los primeros pasos de la vida del elfo oscuro Drizzt Do'Urden. Nos describe a la malvada raza a la que pertenece nuestro protagonista, así como su lugar de nacimiento, la extraña y exótica Menzoberranzan, gran ciudad de la Antípoda Oscura, alejada del mundo de la superficie y de la luz solar, fundada hace milenios por los elfos oscuros tras su marcha del mundo exterior.
“Jamás una estrella acaricia esta tierra con su poética luz cargada de misterios, ni tampoco el sol envía aquí sus cálidos rayos de vida. Ésta es laAntípoda Oscura, el mundo secreto debajo de la resplandeciente superficie de los Reinos Olvidados, cuyo cielo es un techo de fría piedra, y cuyas paredes muestran la tumefacción de la muerte a la luz de las antorchas de los insensatos habitantes de la superficie que bajan hasta aquí. Éste no es su mundo, el mundo dela luz. La mayoría de los que vienen sin ser invitados nunca regresan.”
Drizzt, el joven príncipe de una de las casa regentes, llega a la madurez en el mundo cruel y despiadado de su raza, donde el único rayo de esperanza es su maestro de armas, Zaknafein, quien le enseña cómo - y para qué - usar una espada.
Dotado de un honor incomprensible para la sociedad sin principios que le rodea, atenta únicamente a satisfacer los viles caprichos de la Reina Araña, el joven Drizzt se enfrenta a un dilema inevitable: ¿podrá vivir en un mundo que rechaza la integridad?
La morada es la historia de un ser con pasiones humanas (virtudes y defectos). En definitiva, es la historia de un viaje por la conciencia de un hombre. Sin embargo, y al igual que J.R. Tolkien, el autor es capaz de enmascarar toda esta carga argumental dentro de un mundo fantástico poblado por innumerables razas, un mundo atrayente, trágico y belicoso.
El exilio
El Exilio, segunda entrega de la trilogía de El Elfo Oscuro, comienza con la marcha de Drizzt Do'Urden de su lugar de nacimiento, Menzoberranzan, para adentrase en los laberintos de túneles que conforman la Antípoda Oscura. Hostiles hasta tal punto que un habitante de la superficie jamás podría llegar a imaginar, los laberintos formados por los túneles de la Antípoda Oscura desafían a todos aquellos que se atreven a entrar.
Tras convertirse en el mejor guerrero drow de su tierra natal, ahora tiene que enfrentarse a los peligros de un mundo indómito, tenebroso y poblado de innumerables razas. Y, además, también ha de defenderse del implacable acoso de su familia, que no le perdona la blasfemia contra la malvada Reina Araña.
“El monstruo avanzaba lentamente por los silenciosos corredores de la Antípoda Oscura, restregando contra la piedra sus ocho patas cubiertas de escamas. No se espantaba del eco de los roces ni lo preocupaba descubrir su presencia. No corría a ponerse a cubierto, atento al ataque de otro depredador. Porque, incluso en los peligros de la Antípoda Oscura, esta criatura sólo conocía la seguridad, confiaba en la capacidad de derrotar a cualquier adversario. Su aliento apestaba a veneno, los bordes duros de sus mandíbulas abrían surcos en las rocas, y las hileras de dientes como sierras podían desgarrar la piel más gruesa. Pero lo peor de todo era la mirada del monstruo, la mirada del basilisco, capaz de transmutar en piedra cualquier ser vivo que observaba.”
Lo mejor de todo el libro es la exquisitez descriptiva en los combates de Drizzt y las reflexiones con las que el elfo oscuro analiza el mundo que le rodea. La reflexión que hace el drow sobre el espíritu y el seguro fracaso de cualquier tiranía que exista, es un ejemplo de que esta novela va más allá de lo meramente fantástico.
Si el primer libro de la trilogía te enganchó por la percepción de la vida que tiene nuestro drow y su habilidad en el combate, no podrás dejar de leer este segundo ni el final de la trilogía.
El refugio
Drizzt abandona la oscuridad de la Antípoda Oscura y se asoma a un mundo totalmente nuevo para él. El autor de esta trilogía, casi nos hace imaginarnos a este mortífero y letal guerrero como un niño que tiene que descubrir todos los misterios de la vida en la superficie, un mundo lleno de luz y de colores jamás imaginados por Drizzt. El proceso de adaptación es duro para nuestro drow, donde el simple contacto con la luz del sol le provoca un dolor físico y le hace perder casi toda la magia procedente de su pasado drow.
“Sentado en la ladera desnuda, el elfo oscuro observaba ansioso mientras la línea roja crecía sobre el horizonte oriental. Ésta quizás era la centésima aurora, y conocía bien el ardor que la luz abrazadora produciría en sus ojos lila, ojos que sólo habían conocido las tinieblas de la Antípoda Oscura durante más de cuatro décadas.
De todas maneras, el drow no se volvió cuando el borde superior del sol llameante asomó por el horizonte. Aceptó la luz como su purgatorio, un dolor necesario si pretendía seguir el camino elegido y convertirse en una criatura del mundo de la superficie.”
En busca de un lugar donde sea aceptado por las razas de los reinos, inicia una peregrinación que, a veces, lo desespera e incluso le hace pensar en el regreso a Menzoberranzan pero, el joven elfo oscuro, acusado injustamente de un asesinato, recibe la inesperada ayuda de Montolio, el vigilante ciego, que se preocupará de enseñarle el idioma, las costumbres y la manera de ser de los habitantes de la superficie.
Si miramos hacia atrás y vemos los tres libros de la trilogía como un conjunto, comprendemos que el propósito general es presentarnos al personaje de Drizzt, comprender su pasado, sus motivaciones, sus pensamientos y la manera en la que un drow se convierte en una criatura de la superficie. Se nota que esta trilogía está escrita como precuela de “El Valle del Viento Helado”, sobre todo en el último libro, y que intenta presentar las bases de una extensa y prolífica saga literaria.
“A los que vivimos en la superficie, la noche es solo una pausa en nuestro día a día, tiempo para descansar, pero para aquellos que viven siempre en la oscuridad...”
No hay comentarios :
Publicar un comentario