Cuando tomas entre tus manos la novela 300 Guerreros de Andrea Frediani lo primero que piensas es en Gerard Butler, caracterizado como el rey Leónidas y gritando a voz en cuello aquello de ¡Esto es Esparta!. O lo que es lo mismo, otra novela de espartanos que nace a la sombra del éxito cinematográfico de 300, de Zack Snyder. Pudiera ser pero, lo que es indiscutible es que nos encontramos con una realista, detallista y muy bien documentada recreación de una de las contiendas desesperadas más fascinantes del mundo clásico, la Batalla de las Termópilas, que enfrentó al rey Leónidas y sus aliados contra Jerjes y el fabuloso Imperio persa, afanado en expandir sus fronteras y anexionarse toda Grecia.
No vamos a encontrar una narración amable, sino que será del tipo cruda, violenta e hiperrealista. Sexo, sangre, vísceras, nada de medias tintas. La violencia engendra violencia, y más aún en el seno de los ejércitos que se dirigen a una muerte segura y que saben que no hay nada más allá del frente de batalla. También nos encontraremos con que aquellos soldados que creen ingenuamente en los más altos ideales, son los primeros en caer y sufrir la violencia animal de los que han perdido su humanidad en aras de la supervivencia.