Unos días antes de la noche de San Juan, los océanos de todo
el mundo se llenan de peces muertos. El fenómeno llama la atención de las
agencias medioambientales, que no encuentran explicación alguna.
A bordo del Vizconde de Eza, de la Secretaría General de
Pesca Marítima, un grupo de biólogos y geólogos parten hacia el Mediterráneo
para realizar un informe, pero acaban asistiendo, con infinito horror, a una de
las experiencias más increíbles de toda su vida. Paralelamente, los fondos
marinos explotan: una cadena de seísmos submarinos asola los mares con fatales
consecuencias en las costas.
Esto, sin embargo, es sólo el principio de una serie de
acontecimientos que pondrá a la Humanidad en jaque a medida que ésta se
enfrente a un inesperado adversario: “el planeta Tierra”.
En esta narración Carlos Sisí expone una interpretación de la situación actual del planeta. En su forma de ver las cosas expresa que: “Antes de ser humanos, somos alemanes, españoles… y aún más, catalanes, andaluces. Me gustaría decir NO a todo eso. Me gustaría recuperar el viejo tópico de “ciudadano del mundo”. Creo que nos iría mucho mejor. Y sobre todo, debemos aprender a respetar la vida”.
En esta narración Carlos Sisí expone una interpretación de la situación actual del planeta. En su forma de ver las cosas expresa que: “Antes de ser humanos, somos alemanes, españoles… y aún más, catalanes, andaluces. Me gustaría decir NO a todo eso. Me gustaría recuperar el viejo tópico de “ciudadano del mundo”. Creo que nos iría mucho mejor. Y sobre todo, debemos aprender a respetar la vida”.
Carlos Sisí Cavia nació en Madrid en 1971. Empresario y
escritor que dirige una revista digital online y una empresa familiar de diseño
y soluciones de Internet, vio publicada en 2009 su primera obra.
Vive actualmente en Calahonda (Málaga), ciudad donde ambientó su novela Los Caminantes.
Vive actualmente en Calahonda (Málaga), ciudad donde ambientó su novela Los Caminantes.
Enamorado de los videojuegos desde la época del Spectrum, Carlos supo combinar su talento como narrador y la programación para fundar una pequeña empresa de venta de software por correo que dio en llamar WazertownWorks.
Bastantes años más tarde, Carlos retomaba su vieja pasión. El viejo sueño de ser escritor y vivir en una cabaña de madera junto a un lago. Bueno...en realidad su casa no es de madera, sino de ladrillo, y no vive al lado de un lago, sino de un río. Con poco caudal, pero río al fín. Pero eso sí, escribir escribe y lo hace francamente bien. Su saga de Los Caminantes ha redefinido el género, y sus fans se cuentan por miles. Ha conseguido vender libros en una cantidad nada desdeñable para los tiempos de crisis que ha tocado vivir, con la sola promoción del boca a boca.
La historia de La hora del mar también está ambientada en Málaga,
aunque alterne algunas tramas en otros
emplazamientos.
Algo que no se le puede negar a esta historia apocalíptica de Sisí es la acción y experiencias recreadas con mucho detalle. Sisí consigue que nos metamos a fondo en este mundo apocalíptico y que además lo veamos de cerca, ya que sus recreaciones son muy reales.
Algo que no se le puede negar a esta historia apocalíptica de Sisí es la acción y experiencias recreadas con mucho detalle. Sisí consigue que nos metamos a fondo en este mundo apocalíptico y que además lo veamos de cerca, ya que sus recreaciones son muy reales.
Cuando Isaac Newton dijo: “Lo que sabemos es una gota de
agua; lo que ignoramos es el océano”, no empleó esta metáfora por casualidad. A
pesar de llamarse Tierra, tres cuartas partes de nuestro planeta están
cubiertas por agua. Allí surgió la vida y, sin embargo, todavía desconocemos
mucho del lugar que nos vio nacer y evolucionar hasta que decidimos
aventurarnos en otro mundo, mucho más pequeño y hostil. Hubo quienes decidieron
volvieron a internarse en sus aguas, incapaces de seguir ignorando la llamada del
mar y, regresaron con historias acerca de criaturas tan increíbles que solo
podrían existir en la imaginación de los hombres que las habían relatado. Así
ocurre con La hora del mar, una novela que sumerge al lector en una apasionante
historia inspirada en los grandes clásicos del género, como La guerra de los
mundos (Herbet George Wells) pero siempre con el estilo único y característico
de la marca Sisí.
Otro de los aspectos que merece destacarse son los
personajes. Desde la primera entrega de Los caminantes, el autor malagueño
demostró su capacidad para crear protagonistas con los que el lector pudiera
identificarse, precisamente por la imperfección que los caracterizaba. Al
contrario que otras obras, donde la diferencia entre héroes y villanos es
apreciable desde los primeros capítulos, Sisí apuesta por la ambigüedad de la
naturaleza humana, mostrando tanto los defectos como las virtudes de cada uno.
"El aroma tibio, seco y ligeramente afrutado del tabaco se mezclaba con el aire salobre e incendiaba su espíritu de pescador con un sentimiento de felicidad que no podía sentir en ningún otro sitio. Era allí, en las noches de soledad, donde Jonás se embelesaba con el sonido del mar golpeando con arrítmica frecuencia el lateral de su pequeña embarcación, con la brisa marina, fría y húmeda, que le hacía sentirse tan vivo como podía estarse, y con los hermosos procedimientos de la pesca".
"El aroma tibio, seco y ligeramente afrutado del tabaco se mezclaba con el aire salobre e incendiaba su espíritu de pescador con un sentimiento de felicidad que no podía sentir en ningún otro sitio. Era allí, en las noches de soledad, donde Jonás se embelesaba con el sonido del mar golpeando con arrítmica frecuencia el lateral de su pequeña embarcación, con la brisa marina, fría y húmeda, que le hacía sentirse tan vivo como podía estarse, y con los hermosos procedimientos de la pesca".
Si bien Carlos Sisí vuelve a apostar por el entretenimiento del lector, también busca hacerlo reflexionar. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de crecer junto al mar ha podido comprobar en primera persona los cambios que ha experimentado, casi todos para peor.
El final puede resultar un poco abrupto pero, no se puede negar que Sisí ha sabido plantearlo de forma que la última opinión resida en el lector; es decir, planteado el problema, la solución radica en su decisión cuando haya adquirido conciencia de cuáles podrían ser las consecuencias de su actitud al respecto.
En suma La hora del mar consolida a Sisí no ya solamente como
escritor del género terror, sino también de la ciencia ficción e incluso del
recientemente surgido eco-thriller.
El mar que hoy admiramos y que un día perecerá por nuestra mano en otro tiempo habría bramado fiero, engullendo nuestras tierras y alumbrando otras, limpias de su seno. Mas su venganza es lenta, naturaleza contra naturaleza. Nos deja hacer y se inmola sumiso, porque su fin es el principio que nuestro fin comienza.
Y recuerda… si el mar nos dio la vida, también tiene la capacidad para arrebatárnosla.
El mar que hoy admiramos y que un día perecerá por nuestra mano en otro tiempo habría bramado fiero, engullendo nuestras tierras y alumbrando otras, limpias de su seno. Mas su venganza es lenta, naturaleza contra naturaleza. Nos deja hacer y se inmola sumiso, porque su fin es el principio que nuestro fin comienza.
Y recuerda… si el mar nos dio la vida, también tiene la capacidad para arrebatárnosla.
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