Lovelock - Orson Scott Card & Kathryn H. Kidd

El Arca, un gigantesco hábitat espacial, se prepara para abandonar el sistema solar e iniciar su viaje de exploración y colonización. A bordo se instala una selección de los mejores especialistas de la humanidad, alojados en poblados situados en un entorno artificial que anticipa las condiciones que los colonos encontrarán en su nuevo mundo y les permite desarrollar las habilidades específicas que necesitarán para prosperar.

Además de los colonos y sus familias, en el Arca viajan los Testigos: animales genéticamente modificados, dotados de inteligencia y mejoras cibernéticas, que observan las actividades de sus amos, científicos insignes y otras personalidades, grabando sus vidas para la posteridad.

Ésta es la historia de Lovelock, un mono capuchino, testigo de la gaióloga jefe de la expedición. De cómo pasó de la adoración por su ama al escepticismo. De cómo tomó consciencia de su estatus de esclavo... y de cómo planeó su rebelión.

Orson Scott Card, nacido el 24 de agosto de 1951, es un escritor estadounidense de ciencia ficción y otros géneros literarios. Su obra más conocida es El juego de Ender. Nacido en Richland, Washington, Card creció en California, Arizona y Utah. Vivió en Brasil dos años como misionero para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia mormona). Es licenciado por la Brigham Young University en 1975 y la Universidad de Utah en 1981.

Kathryn H. Kidd (murió el 14 de diciembre de 2015) fue una escritora estadounidense, co-autora de la novela Lovelock. También escribió algunas novelas cómicas sobre la vida entre los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , incluyendo Paradise Vue y Return to Paradise así como libros infantiles como The Inkeeper's Daughter.

Gary K. Wolfe opina que “En una época de repetidos abusos editoriales con colaboraciones falsas e imposibles, Card, tan ético como sus personajes, ha acertado plenamente al rechazar otras propuestas mercantilistas e iniciar esta colaboración real con una amiga y escritora que aporta a su obra un alto grado de ironía y humor. Lovelock resulta una obra incluso mucho más completa de lo que Card, por sí sólo, pudiera haber creado, Kidd ha sido un complemento importantísimo. 'Buena parte del éxito de Card se basa en escribir novelas de adolescentes para adultos, centrándose en las relaciones conflictivas entre familias, en el problema de la interacción en una nueva comunidad, en el dilema que surge al tener que tomar las primeras decisiones de tipo moral… Todo esto está aquí, pero con mucha más garra y con un humor y una gran ironía que, según creo, proceden en su mayor parte de Kidd”.



Lovelock es un mono capuchino diseñado para ser un perfecto servidor: inteligente, ágil, flexible y totalmente dedicado a su propietario. Él es un “testigo” (pasa sus días y noches observando la vida de los científicos más brillantes de la Tierra a través de unos dispositivos de grabación digital implantados detrás de sus ojos) y principalmente, registrar las actividades de la mayor gaióloga de la Tierra. Siente en su corazón el deseo de agradar a su ama Carol Jeanne, no solamente para evitar el dolor físico que su propietaria puede aplicarle a través de la sola mención de una palabra clave, sino porque le ama.

Lovelock emprenderá un viaje que no eligió. Entonces, ¿Debe el ser humano considerar los sentimientos de un mono capuchino sin importar cuán evolucionado esté?. Lovelock es algo especial entre los testigos al ser un poco más inteligente que la mayoría de los seres humanos, lo suficiente como para romper algunas limitaciones creadas por su condición física, lo suficiente como para sentir las cadenas de la esclavitud, lo suficiente como para querer la libertad...
Fue embarcado con su ama en el primer viaje de exploración y colonización espacial de la humanidad, y bajo estas circunstancias descubrirá sus propias necesidades y, en definitiva, deberá luchar al margen del designio de sus creadores en busca de su designio.

Testigo no sólo de las actividades de la gaióloga Carol Jeanne sino que en realidad, también es testigo de la curiosa idiosincrasia de la humanidad y, Lovelock se nos revela como un personaje complejo, libre de algunos defectos humanos, decidido, irónico y muy inteligente, experto hacker informático aunque, en el fondo, nunca libre de sus instintos de primate.

"En el centro de entrenamiento desaconsejan a los nuevos propietarios que intenten trabajar con el lenguaje de signos. Pero me parece que sus razonamientos son un tanto absurdos, ¿sabe? Sospecho que el verdadero motivo por el que no quieren que los testigos con manos usen el lenguaje de signos es que entonces no habría manera de distinguirlos de los humanos mudos. Y si son indistinguibles de los humanos mudos, ¿cómo tendríamos derecho a tratarlos como esclavos?"


Es interesante observar como las diferentes comunidades de personas que componen la población del Arca se diferencias en primer lugar por su idioma y luego, por su religión. ¿Por qué no crear comunidades basadas en seres racionales que estén por encima de las religiones? La respuesta puede ser simple, no fue posible constatar en la Tierra que los seres humanos pasajeros del Arca hubiesen sido lo suficientemente racionales como para superar estas dificultades. Un hombre podría ser un gran científico pero, seguiría siendo por ejemplo, un hindú, y no habría ninguna esperanza de que conviviese en paz con un sij, o que sea un judío y tendría el mismo problema con los musulmanes.



Los detalles técnicos de la nave en sí lamentablemente son un poco torpes e inviables pero, como ello no es el punto central de esta narración nos referiremos a Carol Jeanne Cocciolone, la dueña de Lovelock, como responsable de gestionar la extensa terraformación que requerirá el nuevo planeta. Carol Iniciará el viaje junto a su familia y con Lovelock a su lado pero éste, comienza a irritarse a pesar de su condicionamiento psicológico. Cada vez más descontento con las injusticias emanadas de la servidumbre e indiferencia de su ama, él trata de liberarse.

"Durante la mayor parte de mi vida, estar solo con Carol Jeanne había sido mi sueño más anhelado. Pero ella había dejado claro que yo no era para ella más que una tostadora inteligente, y yo era amargamente consciente de que cuando estaba conmigo consideraba que se encontraba completamente a solas".

Por suerte para Lovelock, su personalidad le permitía estar por encima de todas las querellas humanas y poder examinarlas con su propia lógica, cosideremos además que  es un genio de la programación de computadoras lo cual le permitiría obtener información clasificada de su entorno e intentar realizar aquellos anhelos de todo ser viviente... mantener la especie.

"Justo entonces, apenas un instante, en mi mente destelló una imagen de mí mismo como el macho alfa de una tropa de monos. Me imaginé mostrándome agresivamente a los jóvenes monos y a ellos aullar y retirarse y finalmente salir huyendo de mí. Eso me hizo reír en silencio. Y entonces me imaginé con la hembra más valiosa de la tropa cuando entrara en celo y…
Y me encontré temblando de deseo. ¡Qué no daría por ser el macho alfa de un grupo como ése!"

En suma: A pesar de que estamos ubicados en una enorme nave espacial, no se trata del viaje de la misma, esto es una fábula moral acerca de la libertad, la responsabilidad y la arrogancia de los seres humanos en el tratamiento con otros seres vivos donde se les trata como propiedad insensible. Una lectura interesante que nos permitirá atisbar hacia dónde nos pueden llevar las modifiaciones genéticas y las mejoras cibernéticas realizadas en las especies inferiores.


Nota: Card había anunciado que esta novela pretende ser el primer libro de la Trilogía Mayflower, el segundo libro, Rasputín, está en curso en tanto que el título del tercer libro no ha sido anunciado. Lo que no sé es que pasará tras la lamentable pérdida de Kathryn H. Kidd.