miércoles, 3 de agosto de 2016

Transfusion - Steve Niles & Menton3



Una interesante y original narración gráfica que contiene un enfoque tomado desde un punto de vista sensato. Se trata de una historia de terror bien desarrollada, con coherencia y donde estaremos situados en un mundo post-apocalíptico a causa de que el ecosistema de nuestro planeta ha sido casi completamente destruido desde que unos robots se convirtiesen es la especie dominante.

Los seres humanos están al bode de la extinción pero, lo interesante de esta historia, es que ellos no son los únicos que están por extinguirse... también los vampiros se enfrentan a su aniquilación. Sin seres humanos (o incluso animales) para alimentarse, los vampiros también se están muriendo de hambre.




 


La imagen de los nosferatu de esta obra es similar a la de trabajos anteriores de Steve Niles salvo, algunos rasgos faciales, fuerza sobrehumana y por sus hábitos alimenticios. Entre los seres humanos y los vampiros de esta historia no hay diferencias físicas o culturales demasiado notorias..

Así es como, en el clímax de esta interesante historia - en la que nos sumergimos gracias a la buena narrativa de Niles y al cautivante despliegue gráfico de Menton3 - los protagonistas descubrirán la verdad sobre el origen de los robots que los están diezmando.


 


El ambiente se basa en un cielo que se encuentra teñido de un permanente gris y casi todo se encuentra cubierto de cenizas y hollín, las noches son heladas y los días de un asfixiante calor - elemento éste muy bien representado por Menton3.


En el árido y monótono paisaje que se extiende sin fin, pequeños grupos de humanos (embutidos en máscaras antigás y gruesas vestimentas de cuero) intentan conseguir algo de alimento y a su vez, esperan no ser despedazados en el acto o capturados por los terroríficos robots.


 


Del mismo modo, los clanes de vampiros buscan su sustento en los pocos humanos que quedan en el mundo...


 



Muy recomendable su lectura, argumento sólido, guión con pocas palabras pero bien descriptivo y ni que hablar de los excelentes dibujos.


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